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7.4.2. La escultura renacentista en España

En escultura el Renacimiento español se caracteriza sobre todo por el desarrollo de la imaginería. La imaginería, o producción de imágenes de devoción, tiene como objetivo suscitar la fe de los católicos, lo que la convertirá en uno de los instrumentos más importantes de la Contrarreforma, frente al rechazo protestante de la devoción de imágenes. Dado su objetivo religioso, la imaginería tiene como prioridad reflejar la belleza del alma por encima de la del cuerpo, creando figuras de profunda espiritualidad. Ello va a llevar a la imaginería a poner los logros técnicos de la escultura renacentista al servicio de un lenguaje expresionista. Los imagineros trabajan retablos, pasos procesionales, sillerías de coro, sepulcros... Emplean como material el mármol, la piedra y el barro, pero destacan particularmente en la madera policromada, revestida con colores pulimentados y resaltada con paños de oro. Dos maestros renacentistas con formación italiana, Alonso Berruguete y Juan de Juni, inician la senda que culminará en la gran imaginería castellana y andaluza del Barroco (S. XVII).

a) Alonso Berruguete (1489-1561)

Berruguete busca la expresividad adaptando a la imaginería el manierismo del alargamiento, un canon físico alargado heredado de Donatello. Crea así imágenes estilizadas y secas, a las que transmite una intensa espiritualidad.

Entre sus principales obras podemos destacar el Sacrificio de Isaac (1527-1532). Esta imagen de madera policromada ocupaba originalmente el banco del retablo de San Benito el Real (Valladolid). Está inspirado en el mismo tema labrado por Donatello para el Campanile de Florencia. Resume el manierismo escultórico de Berruguete:

  • el uso de un canon alargado de diez cabezas ("proporción quíntupla"), que otorga espiritualidad al conjunto;
  • la composición helicoidal o serpentinata heredada del Laoconte helenístico;
  • el expresionismo, plasmado en la delgadez de los cuerpos y el grito de angustia de los personajes.

Es una de las numerosas imágenes crispadas, descarnadas y espiritualmente alargadas que talla para diversos retablos platerescos.

b) Juan de Juni (1507-1577)

Juan de Juni remarca la expresión tallando personajes anchos y musculosos, inspirados en Miguel Ángel, en lo que se ha dado en llamar manierismo de la cuadratura. De esa forma introduce en sus personajes una intensa pasión interior. Entre sus obras destaca el Santo Entierro (1541-1545).

Juan de Juni, Santo Entierro
Juan de Juni, Santo Entierro (Museo Nacional de Escultura de Valladolid)
Imagen de Nicolas Pérez en Wikimedia Commons. Licencia CC.