7.2.3. La pintura del Quattrocento en Italia

En la pintura del Quattrocento apreciamos la prolongación de las dos grandes tendencias del gótico italiano: el interés por el volumen y el interés por la línea.

Dos son los principales autores centrados en el volumen: Masaccio y Piero della Francesca.

a) Masaccio (1401-1428)

Pese a haber muerto muy joven, Masaccio marca el inicio del Renacimiento en pintura. Su interés se centra en construir los volúmenes corporales y los efectos tridimensionales mediante el color, renunciando a los detalles decorativos. Para ello se vale del dominio de la perspectiva lineal, estudiada mediante leyes matemáticas. Sus personajes heredan la gravedad psicológica de Giotto. Entre sus obras destacan dos frescos: El tributo de la moneda y La Trinidad.

Masaccio, El tributo de la moneda (1425). Se trata de uno de los frescos de este autor que decoran la Capilla Brancacci, en la iglesia de Santa Maria del Carmine (Florencia). Imagen en Wikimedia Commons. Dominio público.

b) Piero della Francesca (1420-1492)

Piero della Francesca perfecciona la herencia de Massaccio, combinando luz y color para construir los volúmenes. Para ello reduce la naturaleza a formas geométricas y utiliza la perspectiva matemática. Tiene una importante influencia flamenca, de la que recibe la técnica de las veladuras al óleo y el detallismo, así como el gusto por el retrato realista. Entre sus obras destaca la Madonna del Duque de Urbino.

Piero della Francesca, Madonna del Duque de Urbino, también conocida como Pala de Brera (1472. Temple sobre tabla. Pinacoteca de Brera, Milán) Imagen en Wikimedia Commons. Dominio público.

En cuanto a los autores que se centran en la línea y el dibujo destacan otros dos: Fra Angelico y Botticelli.

c) Fra Angelico (1400-1455)

Fra Angelico es heredero del gótico internacional: colores vivos, fondos dorados, líneas elegantes, figuras estilizadas, detallismo, luz homogénea. Es el uso de arquitecturas renacentistas y perspectiva lo que lo introduce en el Renacimiento. Siendo como era fraile franciscano, se caracteriza por su profunda devoción. Destacan sus varias versiones de la Anunciación, entre ellas la que se conserva en el Museo del Prado (Madrid).

Fra Angelico, el Juicio Universal (hacia 1431. Temple sobre tabla. Museo Nacional de San Marco, Florencia) Imagen de The Yorck Project en Wikimedia Commons. GNU Free Documentation License.

d) Sandro Botticelli (1447-1510)

Botticelli fue el pintor favorito del círculo florentino de los Medici. Sus principales virtudes son su gran maestría en el dominio de la línea y su elegancia en las figuras, con frecuente uso de siluetas flotantes, gasas, tocados complicados, etc. Dibuja con frecuencia temas mitológicos con contenido moral, bajo la influencia del neoplatonismo. Entre las obras de esta temática podemos destacar La Primavera y El nacimiento de Venus.

Como le ocurrió a Donatello, Botticelli experimentó también una crisis espiritual en la última parte de su vida. Eso lo llevó a realizar una pintura dominada por la fe. El trazo se hace nervioso, los temas se vuelven dramáticos, la mitología da paso a la religión. Botticelli vuelve a la espiritualidad del último gótico, con temas religiosos entre los que destacan los temas apocalípticos.

Sandro Botticelli, La adoración de los magos (1475. Galleria degli Uffizi, Florencia). El primer personaje de la derecha es un autorretrato del pintor. Imagen de Google Arts & Culture en Wikimedia Commons. Dominio público.

Sandro Botticelli, Natividad mística (hacia 1500. National Gallery, Londres). Es un ejemplo del período final del artista. Imagen en Wikimedia Commons. Dominio público.