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7.3.1. La arquitectura del Cinquecento en Italia

La arquitectura del Cinquecento se caracteriza por llevar el clasicismo a su máxima expresión, así como por su mayor monumentalidad. Destacan tres autores: Bramante, Miguel Ángel y Palladio.

Bramente, San Pietro in Montorio
Bramante, Templete de San Pietro in Montorio (Roma)
Imagen de Herbert Weber en Wikimedia Commons. Licencia CC.

a) Donato Bramante (1444-1514)

Bramante desarrolló un estilo arquitectónico severo, solemne y ornamentalmente sobrio (por ejemplo, prefería el orden dórico). Recuperó la planta central, en lo que contribuyó mucho su estudio de las ruinas romanas.

Su obra más conocida es el templete de San Pietro in Montorio, en Roma (1502). Bramante recibió del embajador español el encargo de construir un templete en el punto donde se creía que San Pedro había sido crucificado, en el patio de la Iglesia de San Pedro, recién construida por orden de los Reyes Católicos. Se trata de un pequeño templete de planta circular construido en granito. Consta de dos cuerpos. El primero se rodea de una columnata dórica. El segundo muestra alternancia de vanos adintelados y de medio punto. Lo rodea una balaustrada y lo corona una linterna. Sus exquisitas proporciones lo convierten en un canon de clasicismo.

Bramante también trabajó en el Palacio de los Papas en el Vaticano y realizó el primer proyecto de la nueva basílica de San Pedro del Vaticano.

b) Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564)

Pese a considerarse a sí mismo fundamentalmente un escultor, Miguel Ángel fue también un arquitecto magnífico y de gran originalidad. Imprimió a sus obras arquitectónicas dinamismo y monumentalidad, empleando recursos característicos como la alternancia de frontones triangulares y curvos o las columnas de orden gigante, es decir, que engloban varias plantas del edificio.

Su obra más importante es la cúpula de San Pedro del Vaticano (Roma) (a partir de 1549). Inspirada en la cúpula de Santa María de las Flores de Brunelleschi, consiste en una gran cúpula circular apuntada que se eleva hasta los 131 metros y tiene un diámetro interior de unos 42 metros. El tambor aparece decorado con columnas pareadas y hornacinas con alternancia de frontones triangulares y curvilíneos.

c) Andrea Palladio (1508-1580)

Palladio destaca por la armonía y proporción de sus obras, así como por su preocupación por adaptar el lenguaje arquitectónico clásico a las nuevas necesidades, no sólo religiosas, sino particularmente civiles (basílica, teatro) y privadas (villas). Fue también un influyente teórico de la arquitectura. Trabajó en el Veneto, especialmente en Vicenza, donde ha dejado obras como la Villa Capra, también conocida como Villa Rotonda (1551-1569). En ella Palladio diseñó una villa de recreo de planta central, que consta de un salón central cubierto por cúpula y cuatro pórticos con frontón. En esta y otras villas de recreo Palladio consiguió integrar el paisaje en la arquitectura.