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7.3.3. La pintura del Cinquecento en Italia

El siglo XVI en Italia está dominado por tres grandes genios de la pintura: Leonardo da Vinci, Rafael Sanzio y Miguel Ángel. De forma paralela a estos tres grandes autores, se desarrolló en el norte de Italia una escuela pictórica original, la escuela de Venecia, cuyo principal representante es Tiziano.

a) Leonardo da Vinci (1452-1519)

A caballo entre el Quattrocento y el Cinquecento, Leonardo es el paradigma de científico renacentista. Aplica a su pintura su espíritu de investigación. Eso le lleva a captar las anatomías, movimientos y expresiones con un gran realismo y naturalidad. Su gran aportación es la técnica del sfumato (difuminado), que consiste en sombrear las figuras y diluirlas mediante el claroscuro en el espacio. Gracias al sfumato Leonardo incrementa el realismo de las perspectivas al difuminar los planos más alejados. Combinando el sfumato con la modificación de los tonos en los planos más alejados Leonardo logra introducir el aire en la composición. Es lo que se llama perspectiva aérea o atmosférica. El efecto también suele aportar un cierto aire de misterio.

Leonardo trabajó principalmente en Florencia y Milán, donde sirvió durante varios años al duque como ingeniero militar y artista. Murió en Francia, al servicio del rey francés. Entre sus principales obras podemos destacar las siguientes.

  • La Virgen de las Rocas (1483-1486) es la primera gran obra que muestra las características típicas de Leonardo: la composición triangular, el sfumato, el claroscuro y la atmósfera de misterio.
  • La Última Cena (1495-1498) destaca por su hábil combinación de la perspectiva lineal y el tratamiento de la luz, así como por la innovadora composición que emplea  para representar este tema y el profundo estudio psicológico de los personajes.
  • La Gioconda (o Monna Lisa) (hacia 1503-1506) es sin duda el retrato más célebre de la pintura universal. Destacan la atmósfera vaporosa lograda mediante el sfumato y la expresión enigmática del rostro, que esboza una leve sonrisa.

b) Rafael Sanzio (1483-1520)

Rafael aprendió de Leonardo la técnica del sfumato, pero, frente al misterio leonardesco, él puso esta técnica al servicio de un arte en el que predomina la claridad, expresado en un lenguaje comprensible, sereno, elegante y armónico. Era una gran dibujante y un gran retratista. Destaca asimismo el fervor religioso de muchas de sus obras. Nacido en Urbino, su vida transcurrió en sucesivas estancias en esta ciudad, Perugia, Florencia y Roma. Lamentablemente su genio se truncó por su temprana muerte.

Entre sus obras destacan los frescos que realizó para la Stanza della Segnatura del Vaticano. El más célebre es la La escuela de Atenas (hacia 1509-1511). En una impresionante perspectiva arquitectónica aparecen representados los grandes filósofos e investigadores de la Antigüedad y la Edad Media en torno a Platón y Aristóteles. Destacan el equilibrio de la composición, los vibrantes colores y el estudio psicológico de los filósofos. Otro encargo importante fue el conjunto de frescos mitológicos que realizó en 1511 para la Villa Farnesina (Roma), entre los que destaca El triunfo de Galatea. Hay que resaltar, finalmente, sus retratos.

c) Miguel Ángel (1475-1564)

Miguel Ángel fue también un pintor excepcional. Su pintura está muy influida por su naturaleza de escultor. Por ello se inspira en los grandes pintores del volumen, Giotto y Massaccio, e insiste en los valores plásticos de la pintura, construyendo los mismos volúmenes físicos vigorosos y dramáticos que emplea en su escultura.

Sus obras maestras son los frescos de la bóveda y el Juicio Final de la Capilla Sixtina (Roma). Entre 1508 y 1512 pintó la bóveda de la Capilla Sixtina, en la que enmarcó en una perspectiva arquitectónica fingida escenas del Génesis y diversos personajes del Antiguo Testamento y la tradición clásica. Entre 1535 y 1541 pintó en el muro del fondo de la capilla el Juicio Final, una composición muy compleja y dinámica en la que los cuerpos desnudos de los elegidos y los condenados circulan en torno a Jesús, María, los ángeles y un grupo de santos.

Miguel Ángel, Bóveda de la Capilla Sixtina, Creación del Hombre
La creación del hombre, una de las escenas más conocidas de la bóveda de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.
Imagen en Wikimedia Commons. Dominoo público.

d) La escuela veneciana

En Venecia se desarrolló una escuela pictórica original, cuyas principales características son el predominio del color frente al dibujo, el énfasis en el lujo y la ostentación y la importancia que se atribuye al paisaje. Esta escuela va a tener una gran influencia sobre la pintura española. Entre sus representantes podemos destacar a Giorgione, el Tintoretto o el Veronés.

Pero el pintor más conocido de esta escuela es Tiziano (1489-1576). Fue un pintor muy reconocido, que trabajó para las cortes de Carlos V y su hijo Felipe II. Aunque evolucionó mucho en el tiempo, el estilo de Tiziano se caracteriza por su maestría en el uso del color. Los contornos desaparecen y el modelado de las figuras se realiza mediante los efectos del color. La gama de colores es muy variable, desde coloridos muy ricos a colores muy suaves y leves, que se desvanecen en la atmósfera general del cuadro. Por ese tratamiento del color, Tiziano se convierte en una influencia muy importante sobre pintores barrocos como Rubens, Rembrandt o Velázquez.